Sin importar a cuantas entrevistas de trabajo hayas asistido, las mismas siguen siendo una experiencia difícil. Conocer gente nueva, vender tus habilidades y conocimientos, mientras te sometes al escrutinio manteniendo una actitud positiva y buena cara no es fácil. Pero una entrevista de trabajo productiva ayudará a determinar, tanto a ti como al entrevistador, si la organización y el trabajo son los ideales para ti.
Aquí te compartimos algunos consejos para hacer esta experiencia lo menos estresante posible y prepararte para una entrevista de trabajo positiva y exitosa.
La primera impresión importa
Tu actitud, habilidades sociales y de comunicación son evaluadas al mismo tiempo que tu experiencia y educación. Muchas veces estas cualidades pesan aún más que tus credenciales. Te recomendamos llegar a tiempo (lo que significa 15 minutos temprano), vestirte de forma apropiada y llevar una copia impresa de tu CV. Al saludar haz contacto visual, ofrece un saludo de mano firme y habla de forma clara.
Estable rapport
Crear una conexión con el entrevistador puede aumentar tu oportunidad de ser contratado. Es importante que conozcas el nombre y la pronunciación de la persona con quien estás reunido. Utilízalo durante la entrevista. También empieza ofreciendo un comentario positivo acerca de la empresa como por ejemplo: “Estoy muy impresionado con su trabajo en el área de… espero poder contribuir en su proyecto…”.
Investiga acerca de la compañía y su industria
Debes estar preparado para preguntas acerca de cómo percibes la posición de dicha compañía dentro de su industria, quienes son sus mayores competidores, cuáles son sus ventajas competitivas, etc. Si este tipo de preguntas no salen a relucir intenta demostrar tu conocimiento acerca de la compañía por ti solo.
Ten algunas preguntas propias preparadas
Preséntate a la entrevista con al menos dos preguntas inteligentes ya formuladas. Esto demostrará tu conocimiento sobre la empresa, como también tu interés en la posición.
Expón tus fortalezas y los motivos por los que quieres el trabajo
Describe tus fortalezas en términos de lo que puedes aportar a la empresa. Debes poder responder a preguntas de por qué quieres el trabajo, que te interesa de él, qué habilidades requiere que tu posees, etc. Si el entrevistador no percibe que estás realmente interesado, probablemente no te ofrezca el trabajo sin importar que tan bueno seas.
Di la verdad
Mentir y exagerar te traerá problemas a largo plazo.
Sé positivo
Evita compartir experiencias pasadas bajo una luz negativa. A nadie le gustan los quejumbrosos. Aunque te pregunten de forma directa, siempre hay la posibilidad de responder de forma constructiva. Por ejemplo, ante una pregunta como “¿Qué es lo que menos te gustó de tu último trabajo?” puedes responder: “Aunque el trabajo era desafiante, siempre encontré algo que disfrutaba, como por ejemplo…”. De la misma forma, nunca hables mal acerca de un jefe, compañero o amigo. La lealtad es altamente valorada por todos los empleadores.
No preguntes por el salario y los beneficios
Espera a que el entrevistador ofrezca esta información. De igual forma puedes buscar información referente a este tema en la página web de la empresa, o en el contacto inicial de reclutamiento.
Da las gracias
Es importante darle seguimiento a la reunión con una nota de agradecimiento por el tiempo dedicado y que reafirme tu interés por la posición. ¡Este último paso puede marcar la diferencia!
Aplicando estas estrategias y con un poco de preparación previa a la entrevista podrás demostrar la experiencia que te convierte en el candidato ideal para ser el próximo colaborador de cualquier empresa.
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